



Consejos prácticos para vestir tu mesa camilla y aprovechar al máximo su confort y estilo
Una mesa camilla no está completa sin su vestimenta. Más allá del aspecto estético, vestirla correctamente es fundamental para conservar el calor, proteger la estructura y lograr un ambiente acogedor. El tipo de tejido, el orden de las capas y la combinación de colores pueden marcar una gran diferencia tanto en el rendimiento térmico como en la decoración del espacio.
¿Por qué es importante vestir bien una mesa camilla?
Vestir una mesa camilla no es solo cuestión de gusto. La faldilla que la rodea cumple una función clave: retener el calor del brasero y evitar que se disperse. Al quedar cerrada hasta el suelo, la tela actúa como una barrera que mantiene el calor concentrado bajo la mesa. Si la faldilla es demasiado fina, corta o mal ajustada, se pierde eficiencia térmica.
Además, una mesa bien vestida da un aspecto más hogareño, cuidado y confortable, convirtiéndose en el punto central de la estancia.
Capas recomendadas para vestir una mesa camilla
1. Faldilla principal
Es la capa más importante. Suele ser una tela gruesa, larga y pesada que cuelga desde el tablero hasta el suelo. Algunas están forradas con una capa interior aislante para mejorar la retención del calor. Se recomienda que toque casi el suelo sin arrastrar, para evitar tropiezos.
2. Cubremantel o tapete superior
Encima de la faldilla principal se coloca un tapete decorativo o protector. Suele ser más corto, fino y de materiales más elegantes, como terciopelo, lino o algodón. Aporta estilo y permite proteger la faldilla del uso diario.
3. Protector ignífugo o aislante (opcional)
Entre la estructura y el brasero, algunas personas colocan una base resistente al calor o una manta ignífuga, sobre todo si el brasero es potente. Esto añade seguridad y mejora la eficiencia del sistema térmico.
4. Mantas interiores (uso personal)
No forman parte del vestido de la mesa, pero muchas personas colocan mantas ligeras por dentro para cubrir las piernas mientras están sentadas. Esto mejora la sensación térmica sin afectar la estética exterior.
Materiales más comunes para faldillas
Pana: muy cálida, suave y pesada. Ideal para zonas frías.
Terciopelo: aporta elegancia y buen aislamiento.
Tela de algodón grueso: más ligera y económica, pero menos eficiente en la conservación del calor.
Tejidos mixtos: mezclas de poliéster, algodón y acrílico para facilitar el lavado y mejorar la durabilidad.
Es fundamental que el tejido no sea inflamable si se va a usar con brasero. Hoy en día existen telas ignífugas específicas para faldillas de mesa camilla.
Estilo y decoración
Puedes adaptar el estilo de la mesa camilla al resto de tu decoración:
En casas rústicas se suele usar faldilla de cuadros, pana o tonos tierra.
En hogares clásicos funcionan bien las faldillas de terciopelo burdeos, verde oscuro o azul marino.
En espacios modernos o minimalistas, quedan muy bien las faldillas lisas en tonos neutros como beige, gris claro o blanco roto.
El tapete superior también puede aportar color, estampados o texturas según el ambiente que quieras crear. Algunos lo combinan con cojines, cortinas o mantas para lograr armonía en el espacio.
En resumen
Vestir bien una mesa camilla es esencial para aprovechar todo su potencial. No solo mejora la eficiencia térmica, sino que también aporta calidez visual y comodidad. Una buena elección de faldilla y accesorios puede transformar cualquier rincón en un lugar acogedor y lleno de encanto.