



La mesa camilla es un mueble tradicional español que ha formado parte de los hogares desde hace siglos. Aunque su origen exacto es incierto, se sabe que su uso se popularizó especialmente en el sur de España como una forma ingeniosa de combatir el frío del invierno en casas sin calefacción central. Su diseño sencillo, funcional y acogedor ha perdurado con el tiempo, convirtiéndola en un símbolo de calidez hogareña.
Estructura de una mesa camilla
Una mesa camilla clásica se compone de los siguientes elementos:
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Una estructura de madera o metal, generalmente redonda o cuadrada.
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Una faldilla o falda larga, que cuelga desde el borde de la mesa hasta el suelo, cubriendo completamente el perímetro.
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Un brasero colocado debajo de la mesa, que genera el calor.
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En algunos casos, un tablero desmontable que permite acceder al brasero o guardar mantas.
Lo que distingue a este tipo de mesa no es sólo su forma, sino su función térmica y su papel como centro de reunión familiar durante los meses fríos.
¿Por qué es tan popular en España?
En muchas casas tradicionales, sobre todo en pueblos o zonas rurales, la mesa camilla ha sido durante décadas el principal punto de calor del hogar. Antes de que existieran los sistemas modernos de calefacción, esta mesa ofrecía una solución económica, efectiva y entrañable para calentar a toda la familia.
La combinación de brasero y manta crea un espacio cerrado donde se conserva el calor, permitiendo que varias personas se sienten alrededor y compartan momentos de charla, juegos de mesa o costura.
Además, su diseño la convierte también en una mesa auxiliar multifuncional: sirve para comer, trabajar, leer o simplemente pasar el rato en un ambiente cálido y protegido.
Evolución y actualidad
Hoy en día, aunque muchas casas cuentan con calefacción, la mesa camilla ha sabido adaptarse a los tiempos modernos. Han aparecido modelos con diseños más contemporáneos, materiales resistentes y sistemas de calor eléctricos seguros.
Se sigue usando no solo por su utilidad, sino también por su valor emocional y decorativo. Muchas personas la mantienen por tradición, por nostalgia o simplemente por el confort único que ofrece.
En resumen…
La mesa camilla es mucho más que una simple mesa: es un rincón de calor, compañía y tradición. Ya sea en una casa antigua o en un piso moderno, sigue siendo un mueble querido que representa lo mejor del hogar español.